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Bienvenidos a un espacio en el que iremos conociendo noticias, estudios y casos reales acerca de las patologías existentes en nuestras vidas, las cuales trataremos de resolver mediante la búsqueda del origen de la enfermedad trabajando con terapias como Quiropráxia, Quiromasaje, Drenaje Linfático Manual, Medicina Natural Integral, etc.

jueves, 11 de febrero de 2016

La Ansiedad

Qué es la Ansiedad

La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. En realidad, un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones especialmente peligrosas. Una ansiedad moderada puede ayudarnos a mantenernos concentrados y afrontar los retos que tenemos por delante.


En ocasiones, sin embargo, el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. Más concretamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro ostensible. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión y, en general, se produce un deterioro del funcionamiento psicosocial y fisiológico. Se dice que cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, entonces se la considera como un trastorno.

El síntoma que los pacientes refieren como “sentirse nervioso” es el de mayor frecuencia y gravedad, seguido por “sentirse irritado”; el pánico es más frecuente en mujeres. Los dolores de espalda y cuello y las cefaleas son las afecciones más comunes, seguidas por “cansarse fácilmente” y “sentirse débil”. La prevalencia de ansiedad por zona geográfica muestra una relación positiva con las áreas más densamente pobladas o de mayor conflicto armado; con una edad de inicio entre los veinte y los treinta años, pero con síntomas ansiosos desde edades tempranas.


Tipos

Trastorno de ansiedad generalizada


Se trata de una tensión crónica aún cuando nada parece provocarla. Esta preocupación o nerviosismo excesivo es casi diario y se diagnostica como tal cuando tiene una duración mínima de seis meses.


El trastorno de ansiedad generalizada es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes; es más frecuente en mujeres y está relacionado con el estrés ambiental crónico. En personas de mayor edad existe una mayor prevalencia de ansiedad grave. Hay una asociación con el ámbito social, y existe una mayor incidencia sobre la población con bajos niveles socioeconómicos.

Trastorno de pánico (o ataque de angustia)



El paciente experimenta crisis recurrentes de angustia que surgen espontáneamente. Se trata de una ansiedad aguda y extrema en la que es frecuente que la persona que la padece crea que va a morir. Estos ataques repentinos de miedo intenso no tienen una causa directa. En ocasiones, los pacientes que sufren este trastorno desarrollan angustia a experimentar el próximo ataque, cuya ocurrencia no pueden prever, es la llamada ansiedad anticipatoria.


Trastorno fóbico


Trastorno que tiene como rasgo esencial la presencia de un temor irracional y persistente ante un objeto específico, actividad o situación con la consecuente evitación del objeto temido. Por ejemplo, el miedo a volar, a los pájaros o a los espacios abiertos.


Trastorno obsesivo-compulsivo



Se trata de pensamientos o acciones no voluntarios que el paciente no puede dejar de pensar o hacer para no generar ansiedad. En todo caso, el sujeto reconoce el carácter absurdo de sus pensamientos o acciones. Por ejemplo: lavarse las manos cada poco rato.

Trastorno por estrés post-traumático


Se da en aquellos casos en los que se presentan secuelas psicológicas desagradables tras el impacto de un trauma emocional, una guerra, una violación, etc. Se caracteriza por los recuerdos persistentes del suceso traumático, un estado emocional con exaltada vigilancia y la reducción general de interés por los sucesos cotidianos.



Causas


La ansiedad, al igual que otros sentimientos (placer, exaltación, euforia, éxtasis, tristeza, ira, rabia y calma), son fundamentales en la vida de las personas; regulan la interacción con los demás y ofrecen un sistema de alarma que, en el caso del miedo, sirven para afrontar situaciones de peligro o riesgo. 

Estas emociones, así como la percepción y la acción, están controladas por circuitos neuronales del encéfalo. En el caso específico de la angustia, su experiencia incluye tres tipos de componentes: 
  • Un componente cognoscitivo. 
  • Respuestas autonómicas, endocrinas y esqueleto-motoras. 
  • Representaciones subjetivas del estado emocional. 
Dos emociones humanas tienen mucha importancia en cuanto a las causas de la ansiedad: la sexualidad y la agresividad. Sin embargo, en la descripción que las personas hacen de su angustia, pueden esgrimir muchas razones que no guardan ninguna relación con deseos agresivos o sexuales. Muchos pacientes, por ejemplo, se sienten extrañados frente al hecho de que la causa de la ansiedad surja precisamente cuando se encuentran más contentos y han conseguido por fin el logro deseado. Otros culpan de su estado al abandono de un ser amado, la mala suerte en los negocios, la soledad, un medio ambiente adverso o el fracaso de un proyecto. 

Estas quejas manifiestas son la expresión inconsciente de situaciones traumáticas de separación en las etapas iniciales de la vida, cuando el desarrollo psicológico es incompleto, y el sujeto no cuenta con elementos suficientes para defenderse del temor a perder la vida o ser aniquilado por peligros supuestos o reales. Cada nueva situación de abandono o separación es ahora mal soportada; hasta un hecho cotidiano aparentemente banal puede ser motivo para desencadenar el estado de angustia y ser la causa de la ansiedad.

De acuerdo con la teoría conductista, la angustia es una respuesta condicionada a un estímulo ambiental; las personas afectadas por la ansiedad han sobregeneralizado sus temores y han aprendido, por imitación, a responder ansiosamente. La imitación proviene de respuestas semejantes de sus padres, cuidadores o figuras importantes; en consecuencia, las respuestas de los ansiosos son valoraciones que exceden la peligrosidad de las situaciones, y subestiman sus propias habilidades para enfrentar esas amenazas. 

La angustia es un afecto normal; su intensificación, que se convierte en fuente de sufrimiento e incapacidad, es lo que la convierte en patológica 

Causas genéticas

La ansiedad puede heredarse a través de los genes. No obstante, incluso alguien que no es ansioso por naturaleza puede experimentar este sentimiento de temor ante una situación de tensión, como constata la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP).

Causas circunstanciales

Hechos traumáticos como un accidente de tráfico, un atentado o un incendio pueden provocar ansiedad; en estos casos, el sentimiento de ansiedad puede desaparecer cuando concluye el problema o bien permanecer durante meses o años. Es lo que se conoce como trastorno de estrés postraumático.

Consumo de drogas

Las anfetaminas, el éxtasis o el LSD son sustancias estupefacientes que pueden causar ansiedad. Para algunas personas, también la cafeína o la teína pueden producirla.

Experiencias vitales significativas

Sin llegar a ser traumáticos, cambios vitales en el presente como un embarazo, o incluso alteraciones en el ámbito laboral (un despido, un ascenso, etcétera) pueden producir ansiedad.

Síntomas


La ansiedad se manifiesta a nivel emocional y físico. Es importante reconocer ambos tipos de manifestaciones ya que una persona con ansiedad que experimente estos síntomas puede considerarlos como signos de una enfermedad grave y, en consecuencia, empeorar en la enfermedad.


Síntomas mentales

Preocupación constante, cansancio, irritabilidad y problemas para concentrarse y conciliar el sueño.

Síntomas físicos


Pulsaciones elevadas, sudoración excesiva, tensión muscular, temblores, mareos, desmayos, indigestión, diarrea y respiración profunda.

La característica esencial de este trastorno es un sentimiento de desazón y desasosiego generalizados y persistentes, que no están referidos a ninguna circunstancia ambiental en particular. Lo más habitual es que el paciente se queje de estar permanentemente nervioso, así como de sentir otros síntomas típicos de la ansiedad como temblores, tensión muscular, exceso de sudoración, mareos y vértigos, taquicardia, y molestias epigástricas. 


Con frecuencia manifiestan el temor a que ellos mismos, o sus seres queridos, puedan contraer una enfermedad o sufrir un accidente, entre diversas obsesiones y presentimientos de carácter negativo. La ansiedad es un trastorno más frecuente en mujeres y está a menudo relacionado con el estrés ambiental de su vida cotidiana. Tiene un curso variable, dependiendo de las características de la persona afectada, pero tiende a ser fluctuante y crónico. 


Para que el trastorno de ansiedad sea diagnosticado como tal, el paciente debe presentar síntomas de ansiedad casi todos los días durante varias semanas seguidas. 

Los signos de ansiedad más indicativos son:
  • Aprensión (excesiva preocupación sobre posibles desgracias futuras, sentirse “al límite” de sus fuerzas, dificultad de concentración, etcétera). 
  • Tensión muscular (agitación e inquietud psicomotrices, cefaleas de tensión, temblores, incapacidad de relajarse). 
  • Hiperactividad vegetativa (mareos, sudoración, taquicardias o taquipnea, molestias epigástricas, vértigo, sequedad de boca...). 
  • Los niños suelen manifestar una necesidad constante de seguridad y atención, y quejarse reiteradamente


Prevención


La ansiedad es un sentimiento normal de temor ante situaciones amenazantes o difíciles. Según la Sociedad Española de Psiquiatría, se estima que 1 de cada 10 personas sufre algún episodio de ansiedad en algún momento de su vida. La ansiedad por sí misma no es mala, ya que nos alerta y nos motiva para hacer frente a los peligros. Se convierte en un problema cuando los episodios de ansiedad son frecuentes, intensos y aparecen sin motivo aparente, limitando a la persona en su día a día. 

Para prevenir la ansiedad, es importante adoptar un estilo de vida saludable y evitar el consumo de drogas y sustancias que la causan (cafeína, teína y drogas como el éxtasis, las anfetaminas o el LSD). 

Practicar ejercicio físico de forma regular, en especial al aire libre, también ayuda a despejar la mente y evitar los sentimientos ansiosos. 

Del mismo modo, las técnicas de relajación ayudan a combatir la aparición de crisis. Se pueden aprender de la mano de profesionales o de manera autodidacta, mediante libros y material audiovisual de autoayuda.


Tratamiento

En el tratamiento alopático de la ansiedad se recurre generalmente a la utilización de estos fármacos: 
  • Benzodiazepinas (ansiolíticos). 
  • Inhibidores selectivos de la receptación de serotonina (ISRS).
  • Antidepresivos tricíclicos e inhibidores selectivos de la monoaminooxidasa (MAO).


Tratamiento desde la Medicina Naturista Alquinatura

  • Cambio de alimentación para hacer un cuerpo más alcalino
  • Búsqueda del desencadenante 
  • Proveer al organismo de los nutrientes necesarios para el normal funcionamiento del mismo
  • Equilibrio del organismo


domingo, 7 de febrero de 2016

El Dolor Neuropático

Qué es el Dolor Neuropático

Dolor Neuropático, nervio pudendo, dolor perineal, El dolor neuropático aparece por la lesión y/o el funcionamiento anormal del sistema nervioso que comienza a interpretar estímulos sensoriales normales (de temperatura, tacto…) como si fueran sensaciones muy dolorosas. En estos casos el dolor pierde su sentido protector y de alerta y el sistema nervioso “se engaña” a si mismo. 

Los pacientes que sufren dolor neuropático son mucho más sensibles y encuentran insoportable cosas que para otras personas son normales y no llegan ni a molestar. La estenosis de canal, la neuropatía diabética, la neuralgia del pudendo, el síndrome de dolor regional complejo, la neuralgia postherpética o la neuralgia del trigémino son las manifestaciones más frecuentes de dolor neuropático.


Fisiopatología

Se han descrito varios modelos para explicar le génesis del dolor neuropático, en todos ellos se observan señales alteradas tanto en la recepción, modulación y transmisión de los impulsos nerviosos.

Mecanismos periféricos 

El daño inicial lleva a la formación de contactos anómalos, esto "dispara" la actividad en un nervio específico que a su vez estimula a otros nervios. En el caso de la formación de neuromas (regeneración después del daño nervioso) existe un número mayor de receptores adrenérgicos, lo que determina una actividad mucho mayor que la normal. Este mecanismo incluye un aumento en la expresión de los canales de sodio. La desmielinización del nervio alterado
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contribuye a una mayor excitabilidad. Existe también un aumento del voltaje de los canales de calcio. El calcio entra a través de estos canales y es necesario para la liberación de la sustancia P y glutamato. Dentro del ganglio de la raíz dorsal hay un aumento en la expresión de la subunidad α-2-delta que se correlaciona con el voltaje de los canales de calcio y con la duración de la alodinia. 

Esto es importante porque la gabapentina y la pregabalina son antagonistas α-2-delta y canales de calcio voltaje dependientes. 


Mecanismos centrales 

El estímulo doloroso mantenido lleva a la sensibilización central espinal que se debe al aumento en la sensibilidad de la neurona espinal, a la reducción del umbral de activación y al aumento de la respuesta en la entrada sináptica. La activación de las vías descendente (sustancia gris periacueductal) contribuyen a la acción de los opioides y antidepresivos. El mantenimiento del dolor por el Sistema nervioso simpático puede ser explicado por un aumento de neuronas sensoriales injuriadas y en el crecimiento de fibras simpáticas en la piel.


Síntomas

El dolor neuropático se presenta de muchas maneras: suele ser un dolor quemante. Las personas que lo sufren hablan frecuentemente de sensaciones de quemazón o frío intenso, escozor, hormigueo, como una descarga eléctrica, entumecimiento, adormecimiento, falta de sensibilidad de la zona afectada… O por el contrario se produce una hipersensibilidad que desata la aparición del dolor ante el menor roce (alodinia)… 
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Estos síntomas aparecen con mayor frecuencia en las manos o los pies. El examen físico puede poner de manifiesto lesiones de piel o cambios en su coloración, alteraciones disautonómicas locales, amiotrofia. Se destacan las alteraciones de la sensibilidad (tactil superficial, térmica, etc), que evocan la presencia de alodinia e hiperalgesia. Dichos hallazgos se distribuirán según la región afectada (dermatomas). Los reflejos osteotendinosos pueden estar disminuidos. La fuerza, tono y coordinación están indemnes en las primeras etapas.


Causas

En muchas ocasiones el dolor neuropático está asociado a enfermedades como el cáncer, la diabetes, accidentes cardiovasculares, ictus, infecciones herpéticas, artrítis, esclerosis múltiple, lesiones en la médula espinal, lesiones cerebrales… En otras su origen no es tan claro lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento. No suele ser fácil su diagnóstico y su control se hace más complejo cuanto más tiempo se padece.


La alteración de las fibras aferentes mielínicas (Aδ) y las no mielínicas (fibras C), como en todo dolor, serían las responsables del dolor neuropático, estas se vinculan con otras funciones como la apreciación del estímulo doloroso, actividad autonómica y la percepción de la temperatura.

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Los dolores neuropáticos están causados por daños en los nervios. Este daño puede ser el resultado de:

  • Desequilibrios nutritivos
  • Alcoholismo
  • Toxinas
  • Infecciones
  • Enfermedades, como la insuficiencia renal o el cáncer 
  • Traumatismo de los nervios
  • Daño prologado en un nervio



Causas desde el punto de vista de la Alquinatura

El dolor se genera por desmielinización por compresión en algún sector del trayecto nervioso, más frecuentemente en la parte proximal de la raíz.


Dolor Neuropático, nervio pudendo, dolor perineal, Los agentes patógenos (virus, bacterias, hongos, etc) producen lesiónes neurológicas por inflamación y necrosis hemorrágica cuando se encuentran alojados en los nervios, generando destrucción de neuronas ganglionares, desmielinización y degeneración walleriana.



Enfermedad autoinmune que se origina cuando el propio sistema inmune ataca a la raíz nerviosa de los nervios y le mielina.



La pérdida de mielina es la responsable más directa de esta patología.





Diagnóstico

Dolor Neuropático, nervio pudendo, dolor perineal, Una aproximación cercana, es el estudio de la conducción nerviosa y el electromiograma, estos determinan la velocidad de conducción y las eventuales alteraciones de los potenciales evocados, tanto sensitivos como motores. Un decremento de la velocidad de conducción o una disminución de los potenciales evocados pondría de manifiesto una neuropatía. El daño miopático de estar presente, se evidencia a través de electromiograma.

La mayoría de las afecciones determinan daño a nivel del Sistema Nervioso Periférico (SNP) y en menor medida la alteración primaria surge desde el Sistema Nervioso Central (SNC), si bien en algunos casos pueden coexistir ambos mecanismos. En la perpetuación del dolor estaría involucrado el Sistema Nervioso Simpático.


Tratamiento

El tratamiento suele ser alopático y conservador, yendo al síntoma y no al origen del problema.

Las Unidades del dolor suelen ofrecer para el tratamiento del dolor neuropático tratamientos farmacológicos avanzados: antidepresivos, anestésicos locales, antiepilépticos y opioides bien por vía oral, pastillas, jarabes… que se tendrán que tomar regularmente o, si el médico lo considera adecuado, fármacos de administración transdérmica mediante parches.

En el tratamiento farmacológico ningún fármaco ha demostrado beneficio total y exclusivo para el tratamiento del dolor neuropático. Los fármacos que más se utilizan son coadyuvantes del dolor ya que los analgésicos no brindan mayores beneficios. El tratamiento debe ser individualizado seleccionando el fármaco más adecuado para nuestro paciente teniendo en cuenta el tipo de dolor neuropático, la edad, comorbilidades asociadas, etc.



Los mas común son:

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  • Clonazepam
  • Amitriptilina
  • Duloxetina
  • Venlafaxina
  • Gabapentina
  • Pregabalina
  • Carbamazepina
  • Tramadol
  • Morfina
  • Lidocaína de uso tópico



También pueden proponer la realización de algún procedimiento quirúrgico como infiltraciones, bloqueos nerviosos mediante infiltración, bloqueos nerviosos por radiofrecuencia, toxina botulínica…


Técnicas invasivas


Deben ser considerados sólo cuando el tratamiento médico fracasa. Los procedimientos que se suelen recomendar varían según cada neuropatía. Es así que para el dolor radicular la técnica más utilizada es el bloqueo epidural o perineural con anestésicos o corticodes, en cambio para la neuralgia del trigémino el procedimiento de elección es la ablación del ganglio de Gasser (Rizotomía). Otras técnicas son: Inserción de estimuladores espinales o colocación de bombas de infusión analgésicas intratecales.



Tratamiento desde la Medicina Naturista Alquinatura


Desde la Alquinatura se proponen varias vías para ir al origen de esta patología:

  • Cambio de alimentación para hacer un cuerpo más alcalino
  • Proveer al organismo de los nutrientes necesarios para el normal funcionamiento del mismo
  • Equilibrio del organismo y potenciar las células de la neuroglía para que através de los astrocitos fibrosos creen neurogenesis axonica y puedan ir "reconstruyendo" el daño del tejido nervioso
  • Equilibrio del sistema inmunológico
  • Masaje para evitar la atrofia
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